martes, 27 de agosto de 2013

LA FLOTA MARÍTIMA BOLIVIANA PARTE A LA CONQUISTA DE LOS OCÉANOS


(Breve reseña de la ciencia ficción cubana, siglo XXI)

Por José Miguel “Yoss” Sánchez[1]

Como suele suceder en tantas cronologías, para la ciencia ficción cubana las cosas en el tercer milenio en realidad comenzaron mucho antes del 2000. Que de todos modos, no hay que olvidarlo, no fue el realmente el primer año del siglo XXI, sino apenas el último del XX.
Tras una década larga sin apenas publicaciones[2], la CF[3] nacional parecía más condenada que nunca a seguir siendo la cenicienta de los géneros, pese a que gracias a la labor de talleres literarios como El negro hueco, que sesiono por años en la Fragua Martiana dirigido por el entonces estudiante de Física Aresky Hernández, en los 90 se escribió bastante… sobre todo por parte de algunos jóvenes creadores, que también se veían las caras con mayor frecuencia que antes, en eventos nacionales como el Ibeficción del 94, el Quásar Dragón del 95 y los diferentes Cubaficción organizados por Bruno Henríquez y su grupo/revista virtual I+real.
Polvo en el viento (Ediciones Desde
La Gente, Argentina, 1994)
Pero, aunque los cuentos de esta nueva generación aparecían ya regularmente en publicaciones periódicas nacionales como la arriba citada I+real o el efímero fanzine Nexus[4], y sobre todo extranjeras, como la reputada revista virtual argentina Axxón o el fanzine español Lhork, y habían sido recopilados en antologías igualmente foráneas, como Polvo en el viento (Ediciones Desde La Gente, Argentina, 1994, recopilada por Bruno Henríquez) u Horizontes probables (Editorial Lectorum, México, 1999, recopilada por Vladimir Hernández) faltaba todavía que el gran público cubano, que tanto había seguido la CF nacional en los 80, tuviera oportunidad de conocer y valorar sus textos, para que estos jóvenes se consagraran como escritores del género con pleno derecho.
Y esa oportunidad la brindó, en 1998, la feliz decisión del Centro Provincial del Libro y la Literatura de Ciudad de La Habana de convocar su concurso anual Luis Rogelio Nogueras en los géneros de CF, fantasía y policíaco.
Pero lo más importante no fue quien ganó el certamen[5], sino el hecho de que, con el libro triunfador y varias de las menciones y finalistas, Ediciones Extramuros lanzó en el 2000 la colección Impacto, que agruparía precisamente CF, fantasía y policíaco, en tanto que géneros históricamente muy gustados por el lector.
Aparecieron así, además de la novela ganadora, títulos como la innovadora recopilación de narraciones ciberpunk Nova de cuarzo, de Vladimir Hernández y la gulliveresca cuentinovela a medio camino entre la fantasía y la CF Los viajes de Nicanor[6], de Eduardo del Llano, junto a ese fascinante libro de cuentos de la mejor fantasía heroica que fue Sol negro, de Michel Encinosa, y una amena novela policíaca de otro viejo cultivador e historiador del genero, Nelson Román[7]: Cuerpos desnudos.
Sol Negro (Extramuros,
Cuba, 2000)
Por desgracia, esta encomiable iniciativa de Extramuros quedó momentáneamente[8] trunca por falta de fondos: exceptuando la interesante antología ciberpunk Onda de choque (2006), de Vladimir Hernández, y en el 2007, junto a la excelente novela también ciberpunk Veredas, de Michel Encinosa, la lamentable Hacia la ETernidad, de Luis Hugo Valín, Impacto no volvió a publicar textos fantásticos[9] hasta que este 2010 aparecieran la cuentinovela Al límite de los olivos[10], de la jovencísima Elaine Vilar Madruga y la novela Los hijos de Glorian de ¿?.
Muy buenas intenciones, pero… tan pocos libros en 10 años no parece, realmente, un gran Impacto.
Sin embargo, el 2000 “ciencia ficcionero” no se limitó al lanzamiento de Impacto. Letras Cubanas presentó, por su parte, Reino Eterno, antología[11] que unía CF y fantasía nacionales. Y, honrando a la gran novela del santaclareño Agustín de Rojas, Premio David de 1980, Espiral, Vladimir Hernández y el que escribe crearon dicho taller homónimo en agosto de ese mismo año.
Importantísimo rol jugó sin duda Espiral en el establecimiento y consolidación de la nueva generación de autores del género. Dirigido en sus inicios por su fundador y autor de este artículo, y posterior y sucesivamente por Juan Pablo Noroña Lamas y Javier de la Torre, fue bajo este último que se organizó la mayor cantidad de eventos nacionales para autores y fandom[12] en general, como los Ansibles 2004, 2005 y 2006, y El Arco de Korad (2007) en los que se presentaron ponencias, se vieron filmes y documentales fantásticos y convocaron los tan añorados concursos Arena.
Actualmente Espiral se encuentra en receso, por tiempo indefinido.
También en el 2000 resultó Vladimir Hernández finalista en el prestigioso premio UPC de novela corta de CF, con sede en Barcelona, con su obra Signos de Guerra, aparecida al año siguiente en la recopilación que editan Miquel Barceló y Ediciones B de los mejores textos presentados al certamen. Vladimir, que desde esa fecha reside en Cataluña, repitió la hazaña en el 2001 con Hipernova, y obtuvo asimismo mención en el 2003[13] con Sueños de Interfaz y de nuevo en el 2005 con Semiótica para los lobos. Fue  ganador de una mención especial en el 2006 con Apuesta faustiana en el Premio Alberto Magno[14] de CF, que convoca la universidad vasca de Bilbao, y al fin lo ganó en el 2009 con Tocando a las puertas del cielo, convirtiéndose así en uno de los autores cubanos más premiados y mejor conocidos en el exterior[15].
Michel Encinosa, que ya era bien conocido del fandom por sus relatos ciberpunk ambientados en su personal universo de Ofidia, paso a ser estimado por el público en general con la aparición de su recopilación de cuentos Niños de neón, por Letras Cubanas, a la que siguieron en el 2007 la ya citada novela corta Veredas (Extramuros, Impacto) y Dioses de neón (Letras Cubanas) también ambientadas en Ofidia, que lo confirmaron como uno de los autores relevantes o a seguir en el panorama nacional.
e-zine Disparo en Red creado por Javier
de La Torre y Erick J. Mota
Entre Cubaficciones organizados por el infatigable Bruno Henriquez[16] y Ansibles a cargo del binomio Javier de la Torre-Erick Mota, que también  mantuvieron durante años el popular boletín, fanzine virtual o e-zine Disparo en red, nuevos y cada vez más jóvenes creadores fueron sumándose a las filas de los autores con textos ya publicados.
Fundamental para permitirles ver sus obras en forma de libro resultó también la inclusión de la categoría CF en el ya bien consolidado Premio Calendario, que otorga anualmente la AHS, y que luego publica la Editora Abril.
En esta colección Calendario, junto a volúmenes no muy aceptados por el fandom, que se cuestiona su estricta pertenencia al género[17], han aparecido libros muy valiosos[18], que marcan la entrada a la palestra de autores como Anabel Enríquez[19], o la consolidación de otros como Erick Mota, de quienes aún se esperan grandes cosas.
Paralelamente, el ya tradicional concurso de cuentos cortos (hasta 5 cuartillas) de la revista Juventud Técnica ha permitido anualmente que escritores como los arriba citados Anabel Enríquez, Erick Mota y Raúl Flores, así como otros más noveles, como Haydée Sardiñas de la Paz, Carlos Duarte Cano y Eric Flores, al ganarlo (respectivamente en el 2007, 2008 y 2009), comenzaran a acumular un currículum en el género.
Secretos del Futuro (Sed de Belleza,
Santa Clara, Cuba, 2006)
El creciente movimiento de jóvenes creadores, especialmente los ligados al grupo y taller Espiral, vieron premiado sus esfuerzos con la publicación, en 2006 y por la santaclareña Ediciones Sed de Belleza, de la antología Secretos del futuro, que a cargo de Juan Pablo Noroña Lamas y Ricardo Acevedo Esplugas[20], reunió cuentos de CF y fantasía de autores de varias edades… del taller Espiral y no sólo, pero especialmente de los más jóvenes y hasta entonces en su mayoría inéditos y que luego marcarían el paso en los géneros fantásticos, como Gabriel Gil, Erick Jorge Mota y Alberto Mesa Comendeiro.
Estos dos últimos autores habían ganado ambos, respectivamente en el 2004 y 2006, el concurso Guaicán, desgraciadamente convocado sólo en estas dos ocasiones por la página web oficial de la CF cubana, El Guaicán Literario, adjunta a Cuba Literaria. Creado por el autor e investigador Gerardo Chávez Spinola, por años este sitio se mantuvo funcionando actualizado, y próximamente se espera que se active de nuevo, con la ayuda de Carlos Duarte Cano, por completo renovado y con gráfica muy superior.
Por su parte, la Editorial Gente Nueva también puso su granito de arena, y no sólo con la inclusión de la categoría CF en su premio La Edad de Oro: tras Bosque, de Roberto Estrada Bourgeois[21], aparecido en el 2007, en el 2009 fue editado Bajo presión de Erick Mota, que ganara a su vez en el 2007: y se espera para el 2011 la aparición de Aitana, premio 2009 de Leonardo Gala Echemendía. Además, si en el 2007 ya había publicado El pez volador, recopilación de historias del chileno naturalizado cubano Eduardo Barredo[22], en el 2009 repitió la experiencia con La puerta del mar cuántico, otra novela de Estrada Bourgeois.
El pasado año 2009 puede considerarse crucial para el género en Cuba, y por varias razones:
La primera, la edición, como parte de la colección 50 Aniversario de la Revolución, de la antología histórica de medio siglo de cuentos cubanos de CF, Crónicas del mañana[23], que permitió a los lectores y creadores de hoy conocer algo de lo mejor que habían escrito sus precursores de las generaciones anteriores.
La segunda, la creación del taller literario y grupo de creación Espacio Abierto[24], por los jóvenes autores Elaine Vilar Madruga, Jeffrey Lopez Dueñas, Eliete Lorenzo Vila, el no tan joven pero igualmente novel Carlos Duarte Cano y el ya bien ranqueado en el género Juan Pablo Noroña Lamas. A sus sesiones quincenales asisten tanto autores de pocos años como los de “la vieja guardia” del género[25]… y discuten y debaten sus textos siempre (o casi siempre) en perfecta armonía.
Llenando el sensible vacío dejado por los Ansibles, que los dos encuentros Behique[26] 2008 y 2009, más orientados hacia el fandom que hacia los autores, no habían conseguido suplir por completo, este grupo celebró, el 26 y 27 de diciembre del 2009, incluso antes de cumplir el año de fundado, su primer evento para creadores y fandom, llamado también Espacio Abierto, en el que se presentaron ponencias de alto nivel teórico y científico, se proyectaron y comentaron materiales fílmicos, se celebró un reñido encuentro de conocimientos sobre temas fantásticos y se premió el concurso Oscar Hurtado, ya convocado en esta primera edición por separado en las categorías de CF[27] y fantasía[28].
¿Planes futuros de la CF cubana? Pues seguir escribiendo… y por supuesto, además publicando.
Leonardo Gala y Gabriel Gil ya tienen listos sendos y muy sólidos libros de relatos: Cuentos de Bajavel y Pies firmes, pies flotantes. Michel Encinosa espera la aparición del tercer título de su trilogía de libros de cuentos ¨neónicos¨: Héroes de neón. Y el autor de este trabajo, por su parte, ha emprendido la escritura a cuatro manos con el maestro Agustín de Rojas de una novela abandonada por este autor de culto a finales de los 80: Laberinto de Espejos.
 El fandom nacional también espera con ansiedad la aparición de varias antologías a la fecha ya entregadas a las editoriales: Sinfonía del infinito, de Redys Puebla y el autor de estas líneas, por Abril; en Gente Nueva, En sus marcas, listos… ¡futuro! recopilación de cuentos deportivos reunidos también por el autor y por Carlos Duarte Cano, un “tándem antologador” que actualmente trabaja en otras dos proyectos igualmente temáticos: Ciencia Ricción, de cuentos humorísticos del género: y Las fronteras de la vida, esta de cuentos de CF relacionados con la biología, por la editorial Nuevo Milenio.
Autores cubanos siguen publicando regularmente en las revistas argentinas Axxón, Próxima y Sensación (estas dos últimas en papel, no virtuales) y enviando sus obras a diferentes concursos nacionales e internacionales, cada vez con mayor éxito.
En fin, que si hace unos años la broma habitual para hacer entender a otros lo difícil y estéril que era escribir CF en Cuba, país subdesarrollado del tercer mundo, solía ser compararlo con lo que resultaría ser capitán de barco en Bolivia, nación sin mar… hoy se puede decir, parafraseando aquella irónica sentencia, que, contra todos los pronósticos, la flota marítima boliviana ha partido a la conquista de los océanos del fantástico mundial… y con un favorabilísimo viento de popa, de puro optimismo, hinchando al máximo sus velas.
5 de enero de 2010

Sobre el Autor:
 José Miguel “Yoss” Sánchez Gómez (La Habana, Cuba, 1969) Licenciado en Ciencias
Biológicas por la Universidad de La Habana en 1991. Comenzó a escribir a los quince años, con su incorporación a los Talleres Literarios.
Principales premios obtenidos: Premio de cuento de ciencia ficción de la revista cubana  Juventud Técnica, 1988; Premio David de ciencia ficción 1988 con el libro de cuentos Timshel (publicado por Editorial UNION, 1989); Premio Plaza de ciencia ficción, 1990; Premio de cuento de la revista cubana Revolución y Cultura 1992 con Las avispas no saben llorar  (publicado en la misma revista, 1992; Anuario de Narrativa de la UNEAC, 1994); Premio de cuento Ernest Hemingway, 1993; Mención en el Premio UNEAC de novela Cirilo Villaverde 1993 con La cáscara de los perdedores; Finalista en el Premio Casa de las Américas de novela 1994 con Jugando a rumiarse el tiempo; Vencedor en la segunda convocatoria del concurso Los Pinos Nuevos, 1995, con el libro de cuentos W, (publicado por Editorial Letras Cubanas, Colección Cemí, 1997); Mención en el Premio UNEAC de cuento Luis Felipe Rodríguez, 1995; Mención en el Premio de cuento de la revista La Gaceta de Cuba, 1996; Premio de Cuento de Amor de Las Tunas 1998, con Círculos del dolor (publicado en la antología Otra vez todo el amor, 2000; y en las revistas Cúpulas, cubana, 2000, y Capital, italiana, 2000); Premio Luis Rogelio Nogueras de ciencia-ficción 1998, con Los pecios y los naúfragos, (publicado por Ediciones Extramuros, 2000); Premio Aquelarre 2001 de texto humorístico, con Las chimeneas (cuento de ciencia ficción) (Publicado en la revista Limes (Italia) 2004, y en la selección de cuentos La causa che rinfresca e altre meraviglie cubane. Edizione Estemporanee, 2006); Premio Farraluque de cuento erótico 2002, con El infinito en un triángulo; Premio de novela corta de ciencia ficción de la Universidad de Carlos III, Madrid, Getafe (España), 2002, con XXXXX…L. (Publicado por la editorial universitaria homónima, 2004); Mención especial (ex-aequo) en el Premio UPC de Novela Corta de ciencia ficción 2003 (España) por Polvo rojo (publicado por Ediciones B, Colección Nova en el volumen Los Premios UPC 2003, 2004); Premio Calendario de la AHS en ciencia ficción 2004 por el libro de cuentos Precio justo (publicado por la Editorial Abril, 2006); Premio Domingo Santos de cuento de ciencia ficción (España) 2005 por Morfeo verdugo; Tercer premio de cuento Casa de Teatro (República Dominicana) 2006 por El puente rojo.




[1] Continuación de Marcianos en el platanal de Bartolo [Nota del Editor] 
[2] Los únicos libros cubanas de CF aparecidos durante los 90 fueron: Por el atajo, cuentos de Bruno Henríquez (Editorial Oriente, 1991) que ya antes publicara con la misma editora Aventura en el laboratorio (mención Premio David 1978);  en 1994, dos: Sider (Letras Cubanas), de  Angel Arango, tercera novela de la “serie de los cefalomos” que el decano de la CF en el país iniciara con Transparencia  y continuara con Coyuntura; y La poza del ángel, de Gina Picart Baluja (Unión) que había sido Premio David  en 1990 (el último otorgado en esa categoría) pese a contener sólo dos cuentos clasificables como pertenecientes al género. Obviamente no es mucho, sobre todo después de la relativa abundancia editorial de los 80, que vieron publicar varias obras de  Agustín de Rojas, Daína Chaviano, Chely Lima, Alberto Serret, F. Mond y otros “clásicos” nacionales. 
[3] En lo adelante, abreviatura usada en el texto por ¨ciencia ficción¨.
[4] Creado y sostenido por Vladimir Hernandez Pacín, Fabricio Gonzalez Neyra y el autor de estas líneas, sólo tuvo 3 números, que aunaban textos cubanos e internacionales.
[5]Fue la novela corta  de ciencia ficción juvenil Los pecios y los náufragos, del autor de este trabajo. Que posteriormente ha publicado otras dos novelas del género en Cuba. Al final de la senda (2006) y Pluma de león (2009) ambas por Letras Cubanas.
[6] A este libro pertenece el cuento La flecha rota en el carcaj de Eros, historia que luego inspiraría el filme Madrigal, de Fernando Pérez.
[7] A quien se debe la aparición, en el 2007 y también por Extramuros, de su estudio El universo de la CF cubana, libro imprescindible para todos los que se interesen en la historia del género en el país.
[8] Luego sí se han publicado otros textos en dicha serie, por suerte.
[9]Pese a que en su colchón editorial permanecen desde hace años originales como El advenimiento, de quien escribe, y se rechazaron (por oscuros motivos supuestamente científicos) textos luego premiados, como Bosque, de Roberto Estrada Bourgeois, ganador en el 2005 del concurso La Edad de Oro de la editorial Gente Nueva.
[10] Mención en el Premio Calendario 2005.
[11] Recopilada por el autor de este trabajo.
[12] Del inglés fanatic domin: los aficionados, los seguidores más fieles. El término será muy usado en lo adelante en el texto.
[13] Compartida con Polvo rojo, del autor de este trabajo.
[14] El autor de este trabajo también obtuvo mención en este certamen, en el 2008, con la novela corta Espuelas de bicrován.
[15] En la breve lista de escritores cubanos de CF cuyos textos han aparecido con cierta regularidad más allá de las fronteras de la isla sólo se encontrarían, además: Ariel Cruz Vega (reside en Canadá desde el 2008) que  publicó algunos cuentos en colaboración con Vladimir Hernández; Juan Pablo Noroña Lamas, que pese a que hasta el momento sólo ha visto tres cuentos suyos aparecer en papel en Cuba (en sendas antologías) es firma habitual en la revista virtual argentina Axxón y ha publicado en antologías de ciencia ficción latinoamericana como la francesa Dimension Latino (Riviere Blanche, 2007)… y el autor de estas líneas, que ha visto aparecer en España sus novelas Se alquila un planeta (Equipo Sirius, 2001) y Polvo rojo (antología Premios UPC 2003, Ediciones B, 2004) Pluma de león (Neverland, 2007) así como, en Francia, su cuentinovela Interferences (Riviere Blanche, 2009) además de múltiples textos en diferentes antologías internacionales, como la ya citada Dimension Latine; Cefeidas y Fabricantes de sueños 2005 y 2007 (España) y revistas como Artifex Galaxie, Asphodale, (tercera época) Épsilon Eridani y Próxima, además de publicar en Italia la antología-reader (para uso docente únicamente) La guayaba mecánica y ver editada en Galicia su recopilación Crónicas del mañana.
[16]Más afirmado que nunca en su papel de divulgador del género en esta primera década del siglo XXI, gracias a su condición de presentador del popular programa veraniego Ciencia y Ficción, que ya cumplió 10 años en la preferencia de los televidentes presentando filmes clásicos de esta categoría.
[17]Concretamente, los de Jorge Enrique Lage y Raúl Flores Iriarte, quizás por la no pertenencia de los autores al cerrado círculo del fandom nacional, aunque ambos volúmenes contienen al menos algunos textos sin duda considerables como CF.
[18] A continuación, la lista completa de los Premios Calendario hasta el 2010:
-2003 (aparecido en el 2005) Los ojos de fuego verde. Jorge Enrique Lage. Luego, en su libro El color de la sangre derramada hay textos también encuadrables como ciencia ficción.
-2004 (2006) Precio Justo. Yoss.
-2005 (2007) Nada que declarar. Anabel Enríquez Piñeiro.
-2006 (2008) Enemigo sin voz. Michel Encinosa Fu. Que ese mismo año también ganó en narrativa con la cuentinovela Dopamina sans amour, un texto tan posmoderno que muchos lo consideran igualmente de CF.
-2007 (2009) La carne luminosa de los gigantes. Raúl Flores Iriarte.
-2008 (2010) Algunos recuerdos que valen la pena. Erick Jorge Mota Pérez.
[19] No es pariente de Bruno Henríquez, por cierto.
[20] Otro nombre importante del género, por su sostenida labor de años al frente de su revista MiNatura.
[21] En los 80 debutó en el género con su novela Trenco.
[22] Que en los 80 ya había aportado al género libros como El valle de los relámpagos; Encuentros paralelos y Los muros del silencio.
[23] Recopilada por quien escribe estas líneas, y ya aparecida también en gallego.
[24] Asi llamado en honor al libro de cuentos homónimo de Chely Lima y Alberto Serret, uno de los hitos indiscutibles del género en Cuba. Sesionó originalmente en la Casa de  Cultura Mirtha Aguirre, de 33 y 34, en Playa, para luego pasar a su actual sede en el Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso, en 5ta y 20, del mismo municipio. Domingos en la tarde, cada 15 días. Están invitados todos los que se interesen por ciencia ficción o fantasía.
[25]Presencia regular en sus encuentros son Raúl Aguiar y el autor de este artículo. Gina Picart también ha sido invitada como conferencista.
[26]Organizados, entre otros, por el Proyecto Dialfa Hermes, el grupo Estronia, y Anime No-Kenkyu, se distinguieron sobre todo por la gran juventud (más bien adolescencia) de la mayoría de sus participantes, más interesados en las series manga y televisivas que en la literatura, y en la de fantasía antes que en la de CF. Se hizo énfasis en Harry Potter, Naruto, y la gran saga fantástica Canción de hielo y fuego de George R. R. Martin
[27] Su ganadora fue la joven Yadira Alvarez, con el cuento Carne y pescado.
[28] Obtenido por Eric Flores, con De lo acontecido al capitán Joaquín Alvarado y a las gentes que con él iban.

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