viernes, 8 de julio de 2016

Los hombres reptiles (Lovecraftiana) Por José Ángel Conde

La ilustración es obra de José Ángel Conde


Este es el legado de los hombres-reptiles,
los mismos que custodian a los titanes.
Tú ves músculos tensos y sudorosos,
tatuajes que son novelas incomprensibles de sus delirios,
manos salvajes que incineran las almas,
falos sangrientos que engendran hijos bastardos.
Si, tú ves eso,
pero ellos te ven con ojos de serpiente,
porque dentro chocan planetas y se desintegran soles,
titanes estiran el firmamento
Daath por José Ángel Conde (España)
y demonios agujerean el espacio,
una masa de terror da la vuelta a la galaxia
y aparecen los seres conceptuales
que gobernaron al principio.
Y todo eso dentro, muy adentro,
durante tantos años,
entre las cuatro paredes de los manicomios,
pero, finalmente,
llegó la hora de abrir la llave.

Silencio. Fuego. Humo

 
-Antes del terremoto los vi despellejandose enteros y lo que tenía debajo era una nueva piel (...) No, no me estoy inventando nada. Si vais allí lo veréis. Aquello es ahora un cementerio de pieles.


Esta noche los aviones se estrellaron arrollados por el vuelo de los dragones,
los ancianos, con escamas como pensamientos.
Abajo, los jóvenes de cuero negro,
volando entre los racionales como ángeles malditos y reptilianos
con cuchillos de extravagantes formas y tamaños
que cortan conceptos y creencias.
Todo el Imperio Frívolo, la Ciudad Ciega,
cubierta por rebeldes negros de nihilismo
en bares, puentes, túneles, edificios,
centros comerciales, alcantarillas,
estadios, parques, metros, sexos...
Todas las leyes y agujeros violados,
todas las verdades y los policías descuartizados.
Coito de instintos.
Orgasmo existencial.
La rebelión del negado trozo del ying-yang.
Existencia.
Ahora, el piel roja con vaqueros,
su melena como capa al viento del caos,
confundida con la noche,
doma a los dragones ancianos
con sus sentimientos y sus mensajes primigenios,
contenidos en un baile casi etéreo,
un ligero vuelo en el más alto rascacielos.
Y los monstruos le obedecen en el cielo,
mordiéndose, besándose, copulando,
como un ejército de espermatozoides
que terminan en su unión en un inmenso huevo
que cubre toda la telaraña estelar.


Sobre el autor:

José Ángel Conde (Madrid, España, 1976)
Licenciado en Comunicación Audiovisual trabaja sobre todo en televisión desde 1997, así como de diseñador e ilustrador freelance.
Dentro del campo literario ha sido finalista en varios concursos literarios entre ellos se encuentran: Realismo sucio. Homenaje a Charles Bukowski (2013), Aenigma (2007) y Versos de la Torre del Reloj (2011)) y ha formado parte de varias antologías: Des-amor (Groenlandia), Realismo sucio (ArtGerust), El tamaño del tiempo (Anroart)), además de colaborar con sus poemas y relatos en publicaciones como Groenlandia, Ultratumba o Letras anónimas.
Es autor de las novelas Hela (Triskel Ediciones) y Pleamar (El Barco Ebrio) y de los poemarios digitales Fiebres galantes (Shiboleth) y Feto oscuro (Groenlandia). También escribe el blog literario Negromancia.

Contacto: