Dedicado a la revista Helice y a todos los modernos retrasados (Et dixit Bergier Pauwels)
que desprecian el término hot science ficctión.
Agradecemos
a Txema Gil el impulso warp dado para la creación de este texto y a Grethel
Bertorelli por la conversación que dio nacimiento a este enfoque.
Episodio I
“Take my love, take my land
Take me where I cannot stand
I don't care, I'm still free
You can't take the sky from me”
Take me where I cannot stand
I don't care, I'm still free
You can't take the sky from me”
El western es una palabra de una
emotiva significación para muchísimas personas. Es una palabra que puede
llevarte de forma automática a la época dorada donde la lectura de esas novelas
hechas de pésimo papel o el visionado de las películas podían sacarnos de
nuestra gris existencia mostrándonos un panorama lleno de aventuras y de
códigos que hacía perfectamente inteligible ese universo de ficción que era más
manejable que el universo que habitamos a diario. El universo literario y
fílmico del western también es conocido bajo las denominaciones de novelas y
películas del oeste o de vaqueros. Para comenzar nuestro recorrido
consultaremos el diccionario de la RAE
para verificar si ya está registrada de forma oficial en el español esta
palabra. Consultamos vía web y estos fueron los resultados que el ordenador nos
arrojó para el 31 de enero de 2016:
a)
El
diccionario de la Real Academia de la Lengua define Wéstern así:
Del ingl. western.
1. m. Género de películas del Lejano
Oeste.
2. m. Película del Lejano
Oeste.
b)
El
diccionario panhispánico de dudas lo hace así:
wéstern. Voz tomada del inglés western, ‘género cinematográfico
ambientado en la época de la conquista y colonización del Lejano Oeste’ y
‘película perteneciente a este género’. Se pronuncia [guéstern] y su plural es wésterns. Para el segundo sentido se recomienda usar con preferencia la
locución española película del Oeste: «Las viejas películas del Oeste siguen vivas» (Expreso [Perú] 22.4.90).
Vemos que la definición del RAE es muy limitada, sólo toma en
cuenta el género cinematográfico; obviando el importantísimo ramo de las
novelas de a duro, moneda de 5 pesetas equivalente al fuerte venezolano, tan
recordado en España como en Venezuela por la huella que dejaron
autores como Marcial Lafuente Estefanía,
José Mallorquí o Silver Kane.
Compartamos aquí un extracto del
capítulo VIII del libro Las Literaturas de
Kiosko (1975) de Francisco Alemán
Sainz que
puede servirnos como definición de novela del oeste:
“La novela del Oeste es, en el
fondo, novela histórica y localista, apoyada en unos tipos humanos que veremos en
seguida. Los presupuestos de este tipo de narración adquieren tal intensidad,
portadores de una tan amplia retaguardia que hacen posible a escritores de
otros países, hasta lejanos, escribir un tipo de relatos donde el lector pone
de su parte lo que al narrador pueda faltarle, con una amplia reticencia.
Más que de una zona geográfica
se trata de un mundo diferenciado, con unas condiciones, con una disposición
que plantea un haz de elementos de manera prevista. La novela del Oeste es una
novela sostenida en unas limitaciones territoriales que sirven de soporte y
plataforma a una gran multitud de gentes solitarias.”
Recomendamos ampliamente la lectura del libro Las literaturas
de Kiosco y si no pueden encontrarlo en las librerías de segunda mano pueden
leer el capítulo VIII íntegramente en el siguiente enlace en el blog del GrupoLi Po.
Pero ya a esta altura del artículo
ustedes se preguntaran qué tiene que ver el wéstern con las estrellas. Pero si Julio Verne pudo enviarnos a la luna
usando una bala de cañón ¿Por qué nosotros no podemos usar una catapulta para
alcanzar las estrellas? Lo que trataremos de demostrar aquí es que el género de
aventuras del oeste con sus particulares características, algunas que comparte
con otros subgéneros, influenció de manera notoria a la ciencia ficción,
delimitada dentro de la vieja categoría de la hot science-fiction, que se
desarrolló en el siglo XX llegando
inclusive a forjar dentro de ella el Space
western como una subcategoría más.
Aquí haremos una digresión relacionada
con el termino hot science-fiction. Como
hablamos de una serie de tv producida en los años 60 decidimos utilizar este la
terminología de la época. Así que consultamos el término ciencia ficción en la
enciclopedia Monitor de Salvat. Una enciclopedia publicada en el decenio de los
60. Al consultar la definición de Ciencia ficción en la página 1380 del tomo IV
nos encontramos con dos tipos de Ciencia ficción: La Hot, dedicada a la aventura pura y la Cold, la más penetrante literariamente que se vale de del cambio de
la sensibilidad y de las costumbres para provocar efectos perturbadores. Como
ejemplo del primer tipo nombran a CliffordSimak y ejemplifican el segundo tipo con las obras del soviético Aleksandr Beljaev.
Curiosamente el uso de este término ha
causado ciertos resquemores puristas entre ciertos miembros del mundillo friki
que en un afán de pureza conceptual solo aceptan ciertas taxonomías y
desprecian otras fuentes y clasificaciones. Es lo hemos denominado el frikinazismo. Es una cruzada por
imponer una visión única del fandom. Actitud que es de por si contraria al
espíritu de Ciencia ficción que es un crisol de de ideas y conceptos que buscan
mostrar nuestra realidad bajo prismas diferentes. Pareciera que la intolerancia
que bulle en el mundo actualmente quiere hacerse un puesto privilegiado en un
mundillo que generalmente ha sido progresista. Esas actitudes nos hacen
recordar esa afirmación de Santo Tomas de Aquino: Teme al hombre de un solo libro. Aquino nos pone a la defensiva frente a posiciones
intelectuales únicas que solo aceptan una visión monocorde del mundo.
El frikinazismo no solo se manifiesta en
conceptos sino también en el trabajo constante de tratar imponer determinadas obras como un canon que
no puede ser criticado y donde cualquier opinión que dude de los valores de
esas obras se toma como una afrenta que debe ser lavada con sangre en luchas
interminables en los diversos foros y redes sociales existentes.
Seguramente
a esta altura de este texto nuestro amigo el helicoidal Mariano Martín
Rodríguez pensará que lo englobamos dentro de esta tendencia y podemos decirle
que esta vez ha acertado plenamente. Le recordamos desde aquí cual fue el
destino de esas camisas pardas que quemaron libros y en lóbregas noche
rompieron cristales.
Ahora volveremos al tema que nos atañe.
Podríamos mencionar aquí como perfectos ejemplos del space western a las series de
tv (japonesa y animada una, estadounidense y de acción real la otra) Cowboy Bebob (1998) de Shinichiro Watanabe y Firefly (2002) de Joss Whedon. Particularmente consideramos a Cowboy Bebob, la serie de 26 episodios y la película, una obra maestra siendo una
influencia para Firefly pero a petición de unos amigos nos
adentraremos un poco en la serie de Joss
Whedon. En esta serie el ambiente es abiertamente wéstern, sólo basta
escuchar el tema country introductorio,
inclusive se habla de una guerra civil así que es fácil pensar en Yankees y Confederados, a pesar de que existe un hibridismo cultural entre Occidente
y Asia, manifestándose como la mezcolanza de las culturas de las dos potencias vigentes en esa historia: Estados Unidos y China. Una de las características llamativas de la serie era la
jerga que usaban los personajes: una mezcolanza de expresiones del viejo ingles del oeste, con trozos de chino. El
planteamiento era sumamente interesante pero Firefly es la prueba de que algo que sea bueno no necesariamente
será duradero, la serie fue cancelada después de 14 episodios. A pesar de ser
cancelada; en el 2005 fue estrenada una continuación de la serie en formato
fílmico titulada Serenity. Este
filme obviamente fue dirigido por Joss
Whedon. Hasta ahora esto es todo lo que existe
sobre esta luciérnaga estelar. Esta
serie tiene una gran legión de seguidores deseosos de que las aventuras de la
tripulación del Serenity continúen.
Un elemento conector de gran
importancia en el Space wéstern es el
de utilizar el concepto de “la última
frontera” término que de forma evidente hace referencia a la conquista del
oeste, aunque también hay otros elementos que evidentemente nos acercan a ese
periodo de la historia de los Estados
Unidos. Como curiosidad podemos afirmar que la figura del vigilante dentro
del mundo de los seriales radiofónicos y en las historietas tiene su génesis en
este espacio mítico. Las referencias que utilizaremos serán limitadas pero
esperamos que sean lo suficientemente relevantes.
Episodio II
En las colinas de Arizona
Podríamos comenzar nuestro recorrido
histórico con John Carter, personaje
literario creado en 1911 por Edgar Rice
Burroughs para su novela Una princesa de Marte.
Carter es un excombatiente de la guerra civil
estadounidense que logra viajar astralmente a Barsoon (Marte para
nosotros) y formar parte allí de las
escaramuzas entre los diversos grupos que hacen vida en ese planeta. Aquí con
la sola mención de la guerra Civil estadounidense podemos apreciar cómo se
inicia el hilvanado entre el oeste y las estrellas. La novela Una princesa de Marte tiene dos
adaptaciones fílmicas, una del año 2009 llamada Princess of Mars, con la
otrora estrella del cine pornográfico Traci
Lords personificando a la princesa marciana Dejah Thoris,
y otra
del año 2012 de Disney titulada John Carter:
entre dos mundos que recibió una
tibia recepción.
Frank E. Schoonover from A Princess of Mars by Edgar Rice Burroughs, McClurg, 1917. |
En 1935 el cantante country Gene Autry protagoniza el serial The Phantom Empire, donde
un vaquero cantante y unos niños combaten a una civilización subterránea poseedora
de un prodigioso desarrollo tecnológico. Aquí el western no dio el salto al
espacio pero la conexión con la ciencia ficción se mantiene.
En 1979 la cadena de tv estadounidense NBC intento resucitar
el formato del serial de cine para la tv con la serie titulada Cliffhangers. Recordemos
que denominamos Cliffhangers (al borde del precipicio)
al recurso donde se usan situaciones comprometidas en las escenas finales de
las series fílmicas o impresas con la intención de crear el supense. En esta
serie se presentaron 3 historias una de las cuales era inspirada en The Phantom
Empire y se llamó The Secret Empire. Cliffhangers fue trasmitida en Venezuela
por el desaparecido canal RCTV.
Muchos autores señalan que las
historietas de Buck Rogers y Flash Gordon fueron influenciadas por
las historias del oeste pudiéndose clasificar estas historias dentro del space western. La importancia de estos
tebeos o historietas, que también fueron convertidos en seriales de cine,
dentro del género fue tal que sirvieron de inspiración a dos personajes cuya
importancia en nuestros lectores dependerá de si prefieren la lectura o el
visionado de películas. Buck Rogers sirvió de inspiración al
entrañable Ray Bradbury mientras que Flash Gordon es uno de los elementos
invocados por George Lucas para
componer el glorioso chop suey de Star Wars.
Episodio III
“La conquista del espacio, el gran reto,
estos son los viajes de la nave Enterprise, misión , durante los próximos 5
años , explorar nuevos mundos , descubrir la vida y las civilizaciones que
existan en el espacio extraterrestre. Debe llegar a donde jamás ha llegado el
ser humano......”
En los años 60 del siglo XX se
respiraba el aroma del cambio por doquier. En 1961 John Fitzgerald Kennedy es elegido presidente de los Estados
Unidos siendo el más joven hasta este momento que llega a desempeñar el cargo.
Las luchas por los derechos civiles alcanzan su punto más alto y en septiembre
de 1962 en un discurso en la Universidad
de Rice hace público el plan de que los Estados Unidos lleguen a la Luna en un plazo de 10 años. En Octubre
de 1962 se inicia la crisis de los misiles en Cuba y la humanidad entera sufre el miedo ante un enfrentamiento
nuclear entre la URSS y EEUU.
Este es el caldo de cultivo para que Eugene Wesley Rodenberry (1912-1991) un
joven escritor que trabajaba como policía, ideara el concepto inicial de una
serie de TV que se llamaría Star Trek,
Viaje a las Estrellas (este es el
nombre con que fue conocida la serie en Latinoamérica) que daría a la luz
finalmente el 8 de septiembre de 1966 (tres años antes de que el Apolo XI cumpliera la promesa de Kennedy). Cuando presentó su proyecto Gene Rodenberry definió el formato de
la serie así:
“The format is "Wagon train to the
stars"-built around characters who travel to others worlds and meet the
jeopardy and adventure which become our stories”
Whitfield,
Stephen E. y Rodenberry, Gene (1975) The Making of Star Trek. (14ta ed.) EE.UU. Ballantine Books.
Aquí las
palabras claves son: “El formato es "Caravana hacia las estrellas…” Sólo con
escuchar la palabra caravana a alguien con formación televisiva promedio le
será inevitable imaginar una serie de carretas en fila dirigiéndose por el
camino de Oregón a conquistar la última frontera. Pero en este caso los caminos
se recorrerían en el espacio profundo, la nueva última frontera. Ya son
evidentes un par de elementos que nos indican las raíces wéstern de una serie
de tv de ciencia ficción más que emblemática. En declaraciones muy posteriores,
en la época del estreno de Star Trek:
The motion Picture en 1979, Gene
Rodenberry afirmó que el impulso fundamental para crear este universo era
la necesidad de contagiar de optimismo a la generación que crecía bajo la
amenaza nuclear. Plantearles la posibilidad de un futuro a pesar de todos los
traspiés (en la serie se nombran diversos conflictos bélicos) que daríamos antes
de llegar a convertirnos en una mejor humanidad. Este serial toco temas
vigentes y candentes para la época como por ejemplo la colaboración ruso
estadounidense. Recuerden al ruso Pavel
Chekov a las órdenes del estadounidense James Tiberio Kirk.
En plena
efervescencia del movimiento proderechos civiles hablar de un personaje como Spock, interpretado por el desaparecido
Leonard Nimoy, que es medio vulcano
y medio terrestre no es más que una forma de tocar los matrimonios
interétnicos. Y no olvidemos que el primer beso entre personas de diferentes
razas en la tv de Estados Unidos se dio en esta serie al besarse el capitán Kirk y la teniente Uhura en el décimo episodio de la tercera temporada titulado Los Hijastros de Platón. Algo
realmente revolucionario para los estándares de USA, una sociedad capaz de plantearse la conquista de la Luna pero
que aún arrastraba el estigma del racismo. Lo que debió ser impresionante para los
estadounidenses (aunque para ser justos ese beso no valdría mucho porque dentro
de la historia fue hecho bajo inducción telepática) es una moneda de tráfico
común en nuestro país Venezuela que
abiertamente asume que es un crisol racial, aunque eso no evita que ciertos
sectores de la población asuman ese prejuicio. Como decimos por estos lares: La
estupidez es libre y está distribuida del primero al tercer mundo. Solo debemos
recordar los problemas raciales que aún persisten en Estados Unidos y los que
apenas se asoman en Europa actualmente.
Algo que
consideramos que no debe olvidarse es la petición que hizo Martin Luther King a Nichelle
Nichols para que no abandonara su personaje de la teniente Uhura porque ella estaba señalándoles
unas cotas que eran inalcanzables para la población de raza negra de los
Estados Unidos de ese momento y eso era sumamente inspirador.
La serie se
adaptó dentro de lo posible a los estándares vigentes en la tv estadounidense
en esa época. En el piloto The Cage
el primer oficial de la Enterprise es
mujer. Algo intragable para los directivos machistas de la televisora NBC por lo que el personaje fue eliminado. Por elementos como este muchos
catalogan a Star Trek como una serie
evasiva más; una de tantas maneras para escapar de nuestra monótona vida. Pero
el hecho de tocar muchos temas que eran tabú en la época así como el de mostrar
un futuro posible donde la discriminación había desaparecido y donde la
humanidad convivía en paz hizo que esta serie, que no tuvo mucho éxito en su
primera emisión, reflejara el ambiente de cambio para mejor que se respiraba en
el decenio de los 60s y sirviera para difundir una filosofía de vida optimista
y respetuosa con toda la humanidad. Sólo esto puede explicar que su público con
cada retrasmisión aumentara y formara una de las legiones de seguidores más
grandes, estables y duraderas dentro del fandom o mundillo de la Ciencia
Ficción. Y que lograra generar cuatro series de acción real, una animación 2D y 12 películas sin contar el
innumerable material relacionado con la serie como historietas, videojuegos,
novelas y todo el material no oficial realizado por aficionados a la serie. No olvidemos
que la coherencia interna de ese universo es bastante grande, lo que le da un brillo extra.
El hecho de que
los seguidores de la serie, los Trekkies
o Trekkers, aumentaran cada vez más
con el tiempo dio pie a que se pensara en hacer inicialmente una película y
posteriormente una nueva serie de tv. La película se llamaría Star Trek: El planeta de los Titanes y
sería dirigida por Phillip Kaufman, recomendamos
el visionado de Henry y June (1990),
fue una gran oportunidad desperdiciada. Al ser cancelada la película se volvió al pensar al formato de serie de tv
y esta continuación sería llamada Star
Trek: Phase II. Esta serie a pesar de ser concebida y guionizada fue
cancelada antes de ser filmada; pero el éxito de Star Wars y de películas similares hizo que la idea de relanzar la Enterprise pasara de la pantalla chica
a la grande. Así se le dio luz verde a la filmación de Star Trek: The motion Picture. Este filme fue dirigido por el
veterano Robert Wise (recuerden su
genial The Day
the Earth Stood Still, de 1951) que nos obsequió la que consideramos
la mejor película de esta saga. Un filme de alta factura donde se buscaba
mostrar una madurez que deberíamos adquirir con el tiempo; por todos es sabido
que detestamos crecer, así que la seriedad de esta película fue uno de los
aspectos más atacados. La película no pudo desarrollarse más debido a las
innumerables intromisiones, generadas entre otras personas por Roddenberry, que sufrió Wise durante la filmación. Gracias a Robert Wise se rescató el personaje de Spock y se incluyó en el filme.
La música de la película corrió a cargo de Jerry
Goldsmith
y constituye un hallazgo por sí misma, es una obra maestra.
Las
siguientes películas volvieron al espíritu de la serie, tanto en el tono de las
historias, temas y en la limitación de presupuesto.
Es común
decir que los libros pueden cambiar nuestra realidad o nuestra vida; pero
¿Hasta qué punto puede hacerlo una serie de tv?
Todo el
mundo sabe que el primer transbordador espacial (OV-101) se llama Enterprise,
aunque muy pocos saben que su nombre inicial era Constitution y que una campaña de seguidores de Viaje a las
Estrellas hizo que cambiaran el nombre por el de la célebre nave televisiva.
¿Recuerdan la
teletransportación?
Eso era un
recurso para abaratar costos pero a más de uno le hizo pensar en la posibilidad
real de hacerla y en la actualidad se
maneja el concepto de teletransportación
de partículas y ya se ha logrado con fotones.
Star Trek, la serie, logró mediano plazo un gran éxito pero parte
de esa aceptación se debió a que Rodenberry
utilizó dos estrategias:
a)Incluyó dentro del staff de guionistas a reputados
escritores de ciencia ficción tales como Robert
Bloch, Norman
Spinrad, Harlan
Ellison y Theodore
Sturgeon. Aunque para algunos de ellos trabajar con Rodenberry fue una experiencia terrible.
Si quieren más datos consulten el libro The City on the Edge of Forever: The
Original Teleplay that Became the Classic Star Trek Episode de Harlan Ellinson.
b)
En ocasiones adaptó relatos importantes de
autores reconocidos de Ciencia Ficción. Recordemos aquí el episodio 18 titulado
Arena, una adaptación que hizo Gene L. Coon del relato del mismo nombre de nuestro
amado Fedric Brown.
En Venezuela han
sido transmitidas en señal abierta Viaje
a las Estrellas: la serie original, Viaje
a las Estrellas: La serie animada (una comiquita como le llaman aquí), Viaje a las estrellas: La nueva generación
y Viaje a las Estrellas: Abismo espacial
9 por el canal televisivo Venevisión.
Este mismo canal transmitió las películas con la tripulación original. Las demás series han sido disfrutadas
sólo por aquellos que poseen tv por cable.
En el año 2009
se estrenó Star Trek, dirigida por J.J.
Abrams, una película que muestra una
joven tripulación de la Enterprise original en una línea temporal alternativa
que tiene como valor agregado una relación sentimental entre Spock
y Uhura. Este reinicio se realizó
con la finalidad de revitalizar la franquicia y captar un nuevo público. El
reboot, no estuvo exento de críticas; pero para mucha gente era necesario para
la supervivencia de la franquicia. En el año 2013 se estrenó Star Trek: en la oscuridad dirigida
nuevamente por Abrams, este filme
retoma el personaje de Khan ahora
interpretado por Benedict Cumberbatch. En este año 2016 se estrenará Star Trek Beyond, dirigida por Justin
Li la tercera película del reinicio de la saga fílmica
de Star Trek. Por cierto, todo el mundo espera que esta versión sea más rápida
y furiosa, por lo que más de uno tomará esta película con sus kuaizi (palitos
chinos) de plata[1] antes de emitir su
valoración.
La serie puede
catalogarse de evasiva, de escape; pero
es un escape positivo, una huída a un mundo probable que pudiésemos llegar si
internalizáramos que el Bienestar de muchos precede al de pocos o el de uno
solo. En este caso la catapulta nos impulsa hacia adelante.
Episodio IV
“Hace mucho tiempo en una
Galaxia muy, muy Lejana”
En 1977 se dio inicio a un raro
fenómeno de masas de tipo cinematográfico. Fue el estreno de “La Guerra de las Galaxias” (Stars Wars). Esta película fue escrita
y dirigida por el amigo y protegido de Francis Ford Coppola: George Lucas, novel director que hasta
ese momento sólo había dirigido THX 1138
y la exitosa American Graffiti. La
primera era una visión oscura del futuro y la otra un retrato de la juventud
adoradora del dios automóvil en los años cincuenta.
Contra todo pronóstico, una película que se estrenó apenas en 500
cines en todo los Estados Unidos se
convirtió en uno de los éxitos de taquilla de ese año, creando una subcultura
que a veces raya en la histeria y en el frikismo (termino que deriva de la
palabra inglesa freack: fenómeno).
La frase “Que la fuerza te acompañe” se convirtió en el cliché habitual de ese año y dio pie a
que se realizaran películas con un ambiente de western galáctico como Batlestars Galactica (1978), Starscrash (1978) y Star Trek: The Motion Picture (1979)
entre otras.
Para esos años el cine estaba dominado
por películas densas y oscuras donde muchas veces no había salvación para los
protagonistas de la historias. Las películas de fantasía o de ciencia ficción
salvo excepciones mostraban futuros apocalípticos. Como ejemplo podríamos
mencionar el muy recordado filme de 1973 Cuando
el destino nos alcance (Soylent
Green) de Richard Fleisher. Gracias
a esta película antes de comernos cualquier galleta de color verde lo pensamos
dos veces.
Aun la herida de Vietnam estaba fresca, Los Estados
Unidos aún padecían las consecuencias de la crisis energética y se iniciaba
el desembarco japonés que terminaría por inundar de productos de mala “calidad”
todas las vitrinas y garajes de ese país.
Estados Unidos no estaba en su mejor
momento y de manera similar a lo sucedido en el crack de 29, George Lucas con la gran ayuda del departamento de guion de
la FOX que editó hasta más no poder el guion, una historia simple y evasiva,
donde los buenos al final le ganan a los malos, enganchó al público de manera
fulminante. Cómo nos hubiese gustado que el génesis de la historia de Star Wars fuese como el mostrado en el
cortometraje Lucas in love (1999) de Joe Nussbaum.
Lucas había bebido de diversas fuentes:
La literatura: aquí podremos nombrar a los cuentos de hadas y a una novela de Fritz Leiber, Hágase la oscuridad (1943) de donde toma el elemento de las espadas
luz; El western, el cine japonés: Kurosawa y su fortaleza escondida; el cine de
guerra: The Dam Busters (Michael Anderson, 1955); la historieta: Flash Gordon y Valérian: agente
espacio-temporal y otras que no mencionaremos por cuestiones de espacio.
Una fuente de inspiración que muy poca
gente nombra es la mismísima Star Trek
ya que George Lucas fue uno de los
nombres barajados como posibles directores de la primera película en el 75. ¿Se han
percatado que Trek y Wars tienen el mismo número de letras?
Para ampliar un poco más en las fuentes
de las que bebe de Star Wars y de la
influencia que ejerció en muchos de nosotros recomendamos la lectura de esta
otra entrada del blog del Grupo Li Po
en este enlace.
Pero de buenas a primera la influencia
más evidente es la del western, sobre todo la del western crepuscular o
inclusive el spaghetti. El ambiente árido de Tatooine, la taberna, los moradores de las arenas y otros tantos
elementos son plenamente reflejos, levemente distorsionados, de otros que
existen en el western. De hecho a nuestro parecer el ambiente gastado que
muestra el filme de 1977 es producto del western en su última etapa. Inclusive
comparte el tabú de no mostrar negros en ningún momento. Pero deducimos que C3PO y R2-D2, serían negros,
por el tratamiento que reciben en la cantina y son una manera velada de hablar
de los esclavos, en una época donde no era necesario usar ese recurso en el
cine.
Gran parte de la gente asocia Star Wars con la ciencia ficción ¿Pero
esta categorización es cierta? Star Wars
comienza con una forma típica del cuento de hadas: Hace mucho tiempo en una
lejana galaxia. El ambiente y la sociedad a pesar de tener elementos
relacionados con la Ciencia ficción como los viajes espaciales, las naves
interestelares, los robots, y las armas láser tiende a ser arcaica. Si
cambiásemos los elementos tecnológicos avanzados por unos más atrasados sería
mucho más evidente el anclaje de la historia en el pasado y su fuerte conexión
con los relatos míticos o fantasía. Para nosotros es inevitable siempre
establecer la analogía, salvando distancias, entre el combate de Ben Kenobi con Darth Vader
con el combate entre Gandalf y el Balrog de Moria de El señor de los Anillos.
La historia no es muy elaborada y
podemos percibir la influencia de los viejos seriales de cine, quizás no fue
más que la puesta al día de una vieja forma que muchos habían olvidado y que
otros no conocieron. Pero lo cierto que ese filme tenía el sabor adecuado para
el paladar del año 1977 y fue todo un éxito a pesar de los grandes temores de George Lucas. Un aspecto que fue de
mucho peso para la aceptación de este filme fue la banda sonora creada por John Williams, muy querido en Venezuela por ser el autor de los temas
de legendarias series de tv como Perdidos
en el espacio o Tierra de Gigantes.
Tan grande fue el éxito que una película auto conclusiva fue convertida en una
trilogía y posteriormente en un imperio
económico. Mucho tiempo después Lucas
decidió hacer una nueva trilogía que sirviese de precuela y sumó algunos
millones más a su cuenta bancaria para después vender su creación al emporio Disney. El diciembre pasado del año
2015 fue estrenada Star Wars: Episodio VII -
El despertar de la Fuerza (titulada
originalmente: Star Wars: Episode VII - The Force Awakens) dirigida por J.J. Abrams, la primera de la tercera trilogía
bajo la égida del imperio Disney (no
emitiremos valoración alguna sobre este filme). La película cumplió con su
cometido, movilizó masas y dólares, pero
las críticas en su mayoría no fueron muy positivas. Sin embargo no olvidemos
que la nostalgia es una fuerza muy poderosa, tan grande es que puede hacer que
disfrutemos el vaciado voluntario de nuestros bolsillos.
Ahora ¿Qué tipo de evasión promueve Star War? Consideramos que es una de
tipo negativa. Porque el mundo que nos muestra es un pasado tecnologizado. Es
decir que a un pasado conocido recubierto de polvo le agregamos algunos
artilugios tecnológicos que le dan un poco de brillo. Es la premisa: más vale
malo conocido que bueno por conocer. Esta vez la catapulta nos impulsa hacia
atrás.
Episodio V
Hay otros
mundos pero están en éste.
Paul Éluard
Llegamos al quinto acto y damos por
terminado el drama. Concluimos algunas cosas como:
a)
Que
dos de las más grandes franquicias no son más que remozamientos de la mitología
western y que nuestra emoción sigue siendo impulsada por antiquísimos
artilugios que siguen funcionado en esta era digital sin darnos cuenta.
b)
Además
de que la evasión de “ciencia Ficción” puede abrirnos puertas hacia el pasado y
el futuro aunque esas puertas tengan sus goznes en nuestro presente.
Para cerrar podemos decir
simplemente que Star Trek y Star Wars sólo
son diferentes soluciones a las incógnitas que parten de nuestro presente y unas
buenas formas de divertirse. Quedará de ustedes amables lectores valorar este
escrito y sopesarlo. Sin olvidar que no hay nada más humano que huir de la
visión de nuestro propio corazón.
Muchas Gracias por su tiempo.
Sobre el autor:
Richard Montenegro. Perteneció
a la redacción de las revistas Nostromo y Ojos de perro azul;
también fue parte de la plantilla de la revista universitaria de
cultura Zona Tórrida de la Universidad de Carabobo. Es colaborador
del blog del Grupo Li Po: http://grupolipo.blogspot.com/. Es autor del
libro 13 fábulas y otros relatos, publicado por la editorial El Perro y la Rana
en 2007 y 2008; es coautor de Antología terrorista del Grupo Li Po publicada
por la misma editorial en 2008, en 2014 del ebook Mundos: Dos años de
Ficción Científica y en 2015 del ebook Tres años caminando
juntos ambos libros editados por el Portal Ficción Científica. Sus
crónicas y relatos han aparecido en publicaciones periódicas venezolanas tales
como: el semanario Tiempo Universitario de la Universidad de Carabobo, la
revista Letra Inversa del diario Notitarde, El Venezolano, Diario de Guayana;
en las revistas electrónicas hispanas Alfa Eridiani, Valinor y Gibralfaro,
Revista de Creación Literaria y de Humanidades de la Universidad de Málaga y en
portales o páginas web como la española Ficción Científica, la
venezolana-argentina Escribarte y la colombiana Cosmocápsula.
[1] En el palacio imperial en la antigua china se usaban palillos chinos
de plata para detectar los alimentos envenenados.
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