Makgia sin lágrimas de Aleister Crowley reseñado por Rowan Aidan North

 

Makgia sin lágrimas

Aurora Dorada Ediciones

Colección Mercurio.

510 páginas..

Autor: Aleister Crowley

Título original: Magick withouth tears

Ilustración de cubierta: Kwaw, Autoretrato idealizado, Aleister Crowley (1935)

Traducción de Jonathan Marqués

Prólogo Jonathan Marqués.

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Edward Alexander Crowley (Royal Leamington Spa, Warwickshire, 12 de octubre de 1875– Hastings, East Sussex, 1 de diciembre de 1947), más conocido como Aleister Crowley, cuyo apodo era Frater Perdurabo y The Great Beast 666 (La Gran Bestia), fue un influyente ocultista, místico, alquimista, escritor, poeta, pintor, alpinista y mago ceremonial inglés, que fundó la filosofía religiosa de Thelema. Fue miembro de la
organización esotèrica Orden Hermética de la Aurora Dorada (de la que fue expulsado), además de cofundador de la A.A. y, finalmente, líder de la Ordo Templi Orientis (O.T.O.)

Era novelista, poeta y ensayista, y escribió a lo largo de su vida ochenta libros, la mayoría referentes a la magia, cábala, esoterismo, yoga y, en concreto, gran parte de ellos sobre su sistema MagicK, con K final. «Haz tu voluntad será el todo de la Ley.» Así comienza cada una de las cartas con las que Crowley se dirige a una adepta, con el fin de aclarar sus dudas y estimularla en sus avances. Este sistema epistolar hace mucho más interesante y ameno el tema, de por sí complejo, de la makgia. Son esas dudas que se nos plantean cuando leemos su obra, principalmente la parte más técnica y dogmática, y que aquí resuelve con un lenguaje más asequible, repleto de ejemplos aclaradores. Se trata de una obra madura, ya al final de su vida, en la que vuelca todo su saber y su técnica en estas prácticas,  imprescindible para la comprensión de los aspectos más esquivos de su vasta creación. Las cartas van avanzando siguiendo el proceso de iniciación de una persona siendo, por tanto, una buena guía a seguir si alguien pretende comenzar este camino, nada fácil, de la Makgia. Aún si no fuera así, su lectura resulta realmente interesante para la comprensión de un personaje tan controvertido como fue Aleister Crowley.

Así finaliza cada una de sus cartas: «Amor es la ley, amor bajo voluntad. Fraternalmente 666»