(Breve
reseña de la ciencia ficción cubana, siglo XXI)
Como
suele suceder en tantas cronologías, para la ciencia ficción cubana las cosas
en el tercer milenio en realidad comenzaron mucho antes del 2000. Que de todos
modos, no hay que olvidarlo, no fue el realmente el primer año del siglo XXI,
sino apenas el último del XX.
Tras
una década larga sin apenas publicaciones[2],
la CF[3]
nacional parecía más condenada que nunca a seguir siendo la cenicienta de los géneros,
pese a que gracias a la labor de talleres literarios como El negro hueco, que sesiono por años en la Fragua Martiana dirigido
por el entonces estudiante de Física Aresky Hernández, en los 90 se escribió
bastante… sobre todo por parte de algunos jóvenes creadores, que también se veían
las caras con mayor frecuencia que antes, en eventos nacionales como el Ibeficción del 94, el Quásar Dragón del 95 y los diferentes Cubaficción organizados por Bruno Henríquez
y su grupo/revista virtual I+real.
Polvo en el viento (Ediciones Desde La Gente, Argentina, 1994) |
Pero,
aunque los cuentos de esta nueva generación aparecían ya regularmente en
publicaciones periódicas nacionales como la arriba citada I+real o el efímero fanzine Nexus[4],
y sobre todo extranjeras, como la reputada revista virtual argentina Axxón o el fanzine español Lhork, y habían sido recopilados en
antologías igualmente foráneas, como Polvo
en el viento (Ediciones Desde La Gente, Argentina, 1994, recopilada por
Bruno Henríquez) u Horizontes probables
(Editorial Lectorum, México, 1999, recopilada por Vladimir Hernández) faltaba
todavía que el gran público cubano, que tanto había seguido la CF nacional en
los 80, tuviera oportunidad de conocer y valorar sus textos, para que estos
jóvenes se consagraran como escritores del género con pleno derecho.
Y
esa oportunidad la brindó, en 1998, la feliz decisión del Centro Provincial del
Libro y la Literatura de Ciudad de La Habana de convocar su concurso anual Luis Rogelio Nogueras en los géneros de
CF, fantasía y policíaco.
Pero
lo más importante no fue quien ganó el certamen[5],
sino el hecho de que, con el libro triunfador y varias de las menciones y
finalistas, Ediciones Extramuros lanzó en el 2000 la colección Impacto, que agruparía precisamente CF,
fantasía y policíaco, en tanto que géneros históricamente muy gustados por el
lector.
Aparecieron
así, además de la novela ganadora, títulos como la innovadora recopilación de
narraciones ciberpunk Nova de cuarzo,
de Vladimir Hernández y la gulliveresca cuentinovela a medio camino entre la fantasía
y la CF Los viajes de Nicanor[6],
de Eduardo del Llano, junto a ese fascinante libro de cuentos de la mejor
fantasía heroica que fue Sol negro,
de Michel Encinosa, y una amena novela policíaca de otro viejo cultivador e historiador
del genero, Nelson Román[7]:
Cuerpos desnudos.
Sol Negro (Extramuros, Cuba, 2000) |
Por
desgracia, esta encomiable iniciativa de Extramuros quedó momentáneamente[8]
trunca por falta de fondos: exceptuando la interesante antología ciberpunk Onda de choque (2006), de Vladimir Hernández,
y en el 2007, junto a la excelente novela también ciberpunk Veredas, de Michel Encinosa, la
lamentable Hacia la ETernidad, de
Luis Hugo Valín, Impacto no volvió a
publicar textos fantásticos[9]
hasta que este 2010 aparecieran la cuentinovela Al límite de los olivos[10],
de la jovencísima Elaine Vilar Madruga y la novela Los hijos de Glorian de ¿?.
Muy
buenas intenciones, pero… tan pocos libros en 10 años no parece, realmente, un
gran Impacto.
Sin
embargo, el 2000 “ciencia ficcionero” no se limitó al lanzamiento de Impacto. Letras Cubanas presentó, por su
parte, Reino Eterno, antología[11]
que unía CF y fantasía nacionales. Y, honrando a la gran novela del santaclareño
Agustín de Rojas, Premio David de 1980, Espiral,
Vladimir Hernández y el que escribe crearon dicho taller homónimo en agosto de
ese mismo año.
Importantísimo
rol jugó sin duda Espiral en el
establecimiento y consolidación de la nueva generación de autores del género.
Dirigido en sus inicios por su fundador y autor de este artículo, y posterior y
sucesivamente por Juan Pablo Noroña Lamas y Javier de la Torre, fue bajo este último
que se organizó la mayor cantidad de eventos nacionales para autores y fandom[12]
en general, como los Ansibles 2004,
2005 y 2006, y El Arco de Korad
(2007) en los que se presentaron ponencias, se vieron filmes y documentales
fantásticos y convocaron los tan añorados concursos Arena.
Actualmente
Espiral se encuentra en receso, por
tiempo indefinido.
También
en el 2000 resultó Vladimir Hernández finalista en el prestigioso premio UPC de
novela corta de CF, con sede en Barcelona, con su obra Signos de Guerra, aparecida al año siguiente en la recopilación que
editan Miquel Barceló y Ediciones B de los mejores textos presentados al
certamen. Vladimir, que desde esa fecha reside en Cataluña, repitió la hazaña
en el 2001 con Hipernova, y obtuvo
asimismo mención en el 2003[13]
con Sueños de Interfaz y de nuevo en
el 2005 con Semiótica para los lobos. Fue
ganador de una mención especial en el
2006 con Apuesta faustiana en el
Premio Alberto Magno[14]
de CF, que convoca la universidad vasca de Bilbao, y al fin lo ganó en el 2009
con Tocando a las puertas del cielo, convirtiéndose
así en uno de los autores cubanos más premiados y mejor conocidos en el
exterior[15].
Michel
Encinosa, que ya era bien conocido del fandom
por sus relatos ciberpunk ambientados en su personal universo de Ofidia, paso a
ser estimado por el público en general con la aparición de su recopilación de
cuentos Niños de neón, por Letras Cubanas,
a la que siguieron en el 2007 la ya citada novela corta Veredas (Extramuros, Impacto)
y Dioses de neón (Letras Cubanas) también
ambientadas en Ofidia, que lo confirmaron como uno de los autores relevantes o
a seguir en el panorama nacional.
e-zine Disparo en Red creado por Javier de La Torre y Erick J. Mota |
Entre
Cubaficciones organizados por el
infatigable Bruno Henriquez[16]
y Ansibles a cargo del binomio Javier
de la Torre-Erick Mota, que también
mantuvieron durante años el popular boletín, fanzine virtual o e-zine Disparo en red, nuevos y cada vez más
jóvenes creadores fueron sumándose a las filas de los autores con textos ya
publicados.
Fundamental
para permitirles ver sus obras en forma de libro resultó también la inclusión
de la categoría CF en el ya bien consolidado Premio Calendario, que otorga anualmente la AHS, y que luego publica la
Editora Abril.
En
esta colección Calendario, junto a
volúmenes no muy aceptados por el fandom,
que se cuestiona su estricta pertenencia al género[17],
han aparecido libros muy valiosos[18],
que marcan la entrada a la palestra de autores como Anabel Enríquez[19],
o la consolidación de otros como Erick Mota, de quienes aún se esperan grandes
cosas.
Paralelamente,
el ya tradicional concurso de cuentos cortos (hasta 5 cuartillas) de la revista
Juventud Técnica ha permitido
anualmente que escritores como los arriba citados Anabel Enríquez, Erick Mota y
Raúl Flores, así como otros más noveles, como Haydée Sardiñas de la Paz, Carlos
Duarte Cano y Eric Flores, al ganarlo (respectivamente en el 2007, 2008 y 2009),
comenzaran a acumular un currículum en el género.
Secretos del Futuro (Sed de Belleza, Santa Clara, Cuba, 2006) |
El
creciente movimiento de jóvenes creadores, especialmente los ligados al grupo y
taller Espiral, vieron premiado sus
esfuerzos con la publicación, en 2006 y por la santaclareña Ediciones Sed de
Belleza, de la antología Secretos del
futuro, que a cargo de Juan Pablo Noroña Lamas y Ricardo Acevedo Esplugas[20],
reunió cuentos de CF y fantasía de autores de varias edades… del taller Espiral y no sólo, pero especialmente de
los más jóvenes y hasta entonces en su mayoría inéditos y que luego marcarían
el paso en los géneros fantásticos, como Gabriel Gil, Erick Jorge Mota y
Alberto Mesa Comendeiro.
Estos
dos últimos autores habían ganado ambos, respectivamente en el 2004 y 2006, el
concurso Guaicán, desgraciadamente
convocado sólo en estas dos ocasiones por la página web oficial de la CF
cubana, El Guaicán Literario, adjunta
a Cuba Literaria. Creado por el autor e investigador Gerardo Chávez Spinola,
por años este sitio se mantuvo funcionando actualizado, y próximamente se
espera que se active de nuevo, con la ayuda de Carlos Duarte Cano, por completo
renovado y con gráfica muy superior.
Por
su parte, la Editorial Gente Nueva también puso su granito de arena, y no sólo
con la inclusión de la categoría CF en su premio La Edad de Oro: tras Bosque,
de Roberto Estrada Bourgeois[21],
aparecido en el 2007, en el 2009 fue editado Bajo presión de Erick Mota, que ganara a su vez en el 2007: y se
espera para el 2011 la aparición de Aitana,
premio 2009 de Leonardo Gala Echemendía. Además, si en el 2007 ya había
publicado El pez volador,
recopilación de historias del chileno naturalizado cubano Eduardo Barredo[22],
en el 2009 repitió la experiencia con La
puerta del mar cuántico, otra novela de Estrada Bourgeois.
El
pasado año 2009 puede considerarse crucial para el género en Cuba, y por varias
razones:
La
primera, la edición, como parte de la colección 50 Aniversario de la Revolución,
de la antología histórica de medio siglo de cuentos cubanos de CF, Crónicas del mañana[23],
que permitió a los lectores y creadores de hoy conocer algo de lo mejor que
habían escrito sus precursores de las generaciones anteriores.
La
segunda, la creación del taller literario y grupo de creación Espacio Abierto[24],
por los jóvenes autores Elaine Vilar Madruga, Jeffrey Lopez Dueñas, Eliete
Lorenzo Vila, el no tan joven pero igualmente novel Carlos Duarte Cano y el ya
bien ranqueado en el género Juan Pablo Noroña Lamas. A sus sesiones quincenales
asisten tanto autores de pocos años como los de “la vieja guardia” del género[25]…
y discuten y debaten sus textos siempre (o casi siempre) en perfecta armonía.
Llenando
el sensible vacío dejado por los Ansibles,
que los dos encuentros Behique[26]
2008 y 2009, más orientados hacia el fandom
que hacia los autores, no habían conseguido suplir por completo, este grupo
celebró, el 26 y 27 de diciembre del 2009, incluso antes de cumplir el año de
fundado, su primer evento para creadores y fandom,
llamado también Espacio Abierto, en
el que se presentaron ponencias de alto nivel teórico y científico, se
proyectaron y comentaron materiales fílmicos, se celebró un reñido encuentro de
conocimientos sobre temas fantásticos y se premió el concurso Oscar Hurtado, ya convocado en esta
primera edición por separado en las categorías de CF[27]
y fantasía[28].
¿Planes
futuros de la CF cubana? Pues seguir escribiendo… y por supuesto, además publicando.
Leonardo
Gala y Gabriel Gil ya tienen listos sendos y muy sólidos libros de relatos: Cuentos de Bajavel y Pies firmes, pies flotantes. Michel
Encinosa espera la aparición del tercer título de su trilogía de libros de
cuentos ¨neónicos¨: Héroes de neón. Y
el autor de este trabajo, por su parte, ha emprendido la escritura a cuatro
manos con el maestro Agustín de Rojas de una novela abandonada por este autor
de culto a finales de los 80: Laberinto
de Espejos.
El fandom
nacional también espera con ansiedad la aparición de varias antologías a la
fecha ya entregadas a las editoriales: Sinfonía
del infinito, de Redys Puebla y el autor de estas líneas, por Abril; en
Gente Nueva, En sus marcas, listos…
¡futuro! recopilación de cuentos deportivos reunidos también por el autor y
por Carlos Duarte Cano, un “tándem antologador” que actualmente trabaja en
otras dos proyectos igualmente temáticos: Ciencia
Ricción, de cuentos humorísticos del género: y Las fronteras de la vida, esta de cuentos de CF relacionados con la
biología, por la editorial Nuevo Milenio.
Autores
cubanos siguen publicando regularmente en las revistas argentinas Axxón, Próxima y Sensación (estas dos últimas en papel, no virtuales) y enviando
sus obras a diferentes concursos nacionales e internacionales, cada vez con
mayor éxito.
En
fin, que si hace unos años la broma habitual para hacer entender a otros lo
difícil y estéril que era escribir CF en Cuba, país subdesarrollado del tercer
mundo, solía ser compararlo con lo que resultaría ser capitán de barco en
Bolivia, nación sin mar… hoy se puede decir, parafraseando aquella irónica
sentencia, que, contra todos los pronósticos, la flota marítima boliviana ha
partido a la conquista de los océanos del fantástico mundial… y con un favorabilísimo
viento de popa, de puro optimismo, hinchando al máximo sus velas.
5 de enero de 2010
Sobre
el Autor:
José Miguel “Yoss” Sánchez Gómez (La Habana,
Cuba, 1969) Licenciado en Ciencias
Biológicas por la Universidad de La Habana
en 1991. Comenzó a escribir a los quince años, con su incorporación a los
Talleres Literarios.
Principales
premios obtenidos: Premio de cuento de ciencia ficción de la revista cubana Juventud Técnica, 1988; Premio David de
ciencia ficción 1988 con el libro de cuentos Timshel (publicado por Editorial
UNION, 1989); Premio Plaza de ciencia ficción, 1990; Premio de cuento de la
revista cubana Revolución y Cultura 1992 con Las avispas no saben llorar (publicado en la misma revista, 1992; Anuario
de Narrativa de la UNEAC, 1994); Premio de cuento Ernest Hemingway, 1993;
Mención en el Premio UNEAC de novela Cirilo Villaverde 1993 con La cáscara de
los perdedores; Finalista en el Premio Casa de las Américas de novela 1994 con
Jugando a rumiarse el tiempo; Vencedor en la segunda convocatoria del concurso
Los Pinos Nuevos, 1995, con el libro de cuentos W, (publicado por Editorial
Letras Cubanas, Colección Cemí, 1997); Mención en el Premio UNEAC de cuento
Luis Felipe Rodríguez, 1995; Mención en el Premio de cuento de la revista La
Gaceta de Cuba, 1996; Premio de Cuento de Amor de Las Tunas 1998, con Círculos
del dolor (publicado en la antología Otra vez todo el amor, 2000; y en las
revistas Cúpulas, cubana, 2000, y Capital, italiana, 2000); Premio Luis Rogelio
Nogueras de ciencia-ficción 1998, con Los pecios y los naúfragos, (publicado
por Ediciones Extramuros, 2000); Premio Aquelarre 2001 de texto humorístico,
con Las chimeneas (cuento de ciencia ficción) (Publicado en la revista Limes
(Italia) 2004, y en la selección de cuentos La causa che rinfresca e altre
meraviglie cubane. Edizione Estemporanee, 2006); Premio Farraluque de cuento
erótico 2002, con El infinito en un triángulo; Premio de novela corta de
ciencia ficción de la Universidad de Carlos III, Madrid, Getafe (España), 2002,
con XXXXX…L. (Publicado por la editorial universitaria homónima, 2004); Mención
especial (ex-aequo) en el Premio UPC de Novela Corta de ciencia ficción 2003 (España)
por Polvo rojo (publicado por Ediciones B, Colección Nova en el volumen Los
Premios UPC 2003, 2004); Premio Calendario de la AHS en ciencia ficción 2004
por el libro de cuentos Precio justo (publicado por la Editorial Abril, 2006);
Premio Domingo Santos de cuento de ciencia ficción (España) 2005 por Morfeo
verdugo; Tercer premio de cuento Casa de Teatro (República Dominicana) 2006 por
El puente rojo.
[1] Continuación de
Marcianos en el platanal de Bartolo [Nota del Editor]
[2] Los únicos libros cubanas
de CF aparecidos durante los 90 fueron: Por
el atajo, cuentos de Bruno Henríquez (Editorial Oriente, 1991) que ya antes
publicara con la misma editora Aventura
en el laboratorio (mención Premio David 1978); en 1994, dos: Sider (Letras Cubanas), de Angel
Arango, tercera novela de la “serie de los cefalomos” que el decano de la CF en
el país iniciara con Transparencia y continuara con Coyuntura; y La poza del ángel,
de Gina Picart Baluja (Unión) que había sido Premio David en 1990 (el último otorgado en esa categoría)
pese a contener sólo dos cuentos clasificables como pertenecientes al género.
Obviamente no es mucho, sobre todo después de la relativa abundancia editorial
de los 80, que vieron publicar varias obras de
Agustín de Rojas, Daína Chaviano, Chely Lima, Alberto Serret, F. Mond y
otros “clásicos” nacionales.
[3] En lo adelante,
abreviatura usada en el texto por ¨ciencia ficción¨.
[4] Creado y sostenido por
Vladimir Hernandez Pacín, Fabricio Gonzalez Neyra y el autor de estas líneas,
sólo tuvo 3 números, que aunaban textos cubanos e internacionales.
[5]Fue la novela corta de ciencia ficción juvenil Los pecios y los náufragos, del autor de
este trabajo. Que posteriormente ha publicado otras dos novelas del género en
Cuba. Al final de la senda (2006) y Pluma de león (2009) ambas por Letras
Cubanas.
[6] A este libro pertenece
el cuento La flecha rota en el carcaj de
Eros, historia que luego inspiraría el filme Madrigal, de Fernando Pérez.
[7] A quien se debe la
aparición, en el 2007 y también por Extramuros, de su estudio El universo de la CF cubana, libro
imprescindible para todos los que se interesen en la historia del género en el
país.
[8] Luego sí se han
publicado otros textos en dicha serie, por suerte.
[9]Pese
a que en su colchón editorial permanecen desde hace años originales como El advenimiento, de quien escribe, y se
rechazaron (por oscuros motivos supuestamente científicos) textos luego
premiados, como Bosque, de Roberto
Estrada Bourgeois, ganador en el 2005 del concurso La Edad de Oro de la editorial Gente Nueva.
[10] Mención en el Premio
Calendario 2005.
[11] Recopilada por el autor
de este trabajo.
[12] Del inglés fanatic domin:
los aficionados, los seguidores más fieles. El término será muy usado en lo
adelante en el texto.
[13] Compartida con Polvo rojo, del autor de este trabajo.
[14] El autor de este trabajo
también obtuvo mención en este certamen, en el 2008, con la novela corta Espuelas de bicrován.
[15] En la breve lista de
escritores cubanos de CF cuyos textos han aparecido con cierta regularidad más
allá de las fronteras de la isla sólo se encontrarían, además: Ariel Cruz Vega
(reside en Canadá desde el 2008) que
publicó algunos cuentos en colaboración con Vladimir Hernández; Juan
Pablo Noroña Lamas, que pese a que hasta el momento sólo ha visto tres cuentos
suyos aparecer en papel en Cuba (en sendas antologías) es firma habitual en la
revista virtual argentina Axxón y ha
publicado en antologías de ciencia ficción latinoamericana como la francesa Dimension Latino (Riviere Blanche,
2007)… y el autor de estas líneas, que ha visto aparecer en España sus novelas Se alquila un planeta (Equipo Sirius,
2001) y Polvo rojo (antología Premios UPC 2003, Ediciones B, 2004) Pluma de león (Neverland, 2007) así
como, en Francia, su cuentinovela Interferences
(Riviere Blanche, 2009) además de múltiples textos en diferentes antologías
internacionales, como la ya citada Dimension
Latine; Cefeidas y Fabricantes de
sueños 2005 y 2007 (España) y revistas como Artifex Galaxie, Asphodale, (tercera época) Épsilon Eridani y Próxima,
además de publicar en Italia la antología-reader
(para uso docente únicamente) La guayaba
mecánica y ver editada en Galicia su recopilación Crónicas del mañana.
[16]Más
afirmado que nunca en su papel de divulgador del género en esta primera década
del siglo XXI, gracias a su condición de presentador del popular programa
veraniego Ciencia y Ficción, que ya
cumplió 10 años en la preferencia de los televidentes presentando filmes
clásicos de esta categoría.
[17]Concretamente, los de
Jorge Enrique Lage y Raúl Flores Iriarte, quizás por la no pertenencia de los
autores al cerrado círculo del fandom
nacional, aunque ambos volúmenes contienen al menos algunos textos sin duda
considerables como CF.
[18] A continuación, la lista
completa de los Premios Calendario hasta el 2010:
-2003
(aparecido en el 2005) Los ojos de fuego
verde. Jorge Enrique Lage. Luego, en su libro El color de la sangre derramada hay textos también encuadrables
como ciencia ficción.
-2004
(2006) Precio Justo. Yoss.
-2005
(2007) Nada que declarar. Anabel Enríquez
Piñeiro.
-2006
(2008) Enemigo sin voz. Michel
Encinosa Fu. Que ese mismo año también ganó en narrativa con la cuentinovela Dopamina sans amour, un texto tan
posmoderno que muchos lo consideran igualmente de CF.
-2007
(2009) La carne luminosa de los gigantes.
Raúl Flores Iriarte.
-2008
(2010) Algunos recuerdos que valen la
pena. Erick Jorge Mota Pérez.
[19] No es pariente de Bruno
Henríquez, por cierto.
[20] Otro nombre importante
del género, por su sostenida labor de años al frente de su revista MiNatura.
[21] En los 80 debutó en el
género con su novela Trenco.
[22] Que en los 80 ya había
aportado al género libros como El valle
de los relámpagos; Encuentros paralelos y Los muros del silencio.
[23] Recopilada por quien
escribe estas líneas, y ya aparecida también en gallego.
[24] Asi llamado en honor al
libro de cuentos homónimo de Chely Lima y Alberto Serret, uno de los hitos
indiscutibles del género en Cuba. Sesionó originalmente en la Casa de Cultura Mirtha
Aguirre, de 33 y 34, en Playa, para luego pasar a su actual sede en el
Centro de Formación Literaria Onelio
Jorge Cardoso, en 5ta y 20, del mismo municipio. Domingos en la
tarde, cada 15 días. Están invitados todos los que se interesen por ciencia ficción
o fantasía.
[25]Presencia regular en sus
encuentros son Raúl Aguiar y el autor de este artículo. Gina Picart también ha
sido invitada como conferencista.
[26]Organizados, entre otros,
por el Proyecto Dialfa Hermes, el
grupo Estronia, y Anime No-Kenkyu, se distinguieron sobre
todo por la gran juventud (más bien adolescencia) de la mayoría de sus
participantes, más interesados en las series manga y televisivas que en la
literatura, y en la de fantasía antes que en la de CF. Se hizo énfasis en Harry
Potter, Naruto, y la gran saga fantástica Canción
de hielo y fuego de George R. R. Martin
[27] Su ganadora fue la joven
Yadira Alvarez, con el cuento Carne y
pescado.
[28] Obtenido por Eric Flores,
con De lo acontecido al capitán Joaquín
Alvarado y a las gentes que con él iban.